Liébana

Liébana está conformada por cuatro valles –Valdebaró, Cereceda, Valdeprado y Cillorigo–, por los que discurre el río Deva.

Su ancestral aislamiento, en pleno Picos de Europa, provocado por su accidentada orografía, le ha permitido mantener rasgos propios, a la vez que un microclima de tipo mediterráneo con cultivos como la vid y árboles como el alcornoque. Potes, su capital, posee un casco antiguo que conserva numerosos edificios originales y ambiente de montaña. Es, además, punto de partida para visitar el monasterio de Santo Toribio o el teleférico de Fuente Dé en los Picos de Europa, sus dos principales recursos turísticos.

Liébana representa un paisaje espectacular incluso desde antes de llegar a ella. La entrada natural a la comarca, por el Desfiladero de La Hermida, acentúa de inmediato la certeza de estar accediendo a un territorio intacto.

Dedícate un tiempo y disfruta de recorrer sus caminos, descubrir encantadores pueblecitos como Cucayo, Dobres, Ledantes (Vega de Liébana), Argüébanes (Camaleño), Luriezo y Aniezo (Cabezón de Liébana), Caloca (Pesaguero)… por mencionar solo algunos, ya que en el espléndido escenario de estos valles, como descubrirás, son innumerables los rincones que merecen la pena.