Visita real al Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Los Reyes de España prometieron y cumplieron, el miércoles 19 de julio los Reyes cruzaron la Puerta del Perdón como dos peregrinos más, con un sol abrasador y sin mochilas, pero seguro con la misma ilusión que todos aquellos que visitan Liébana y celebran el Año Jubilar lebaniego.
La emoción se contagió entre las más de 300 personas que se congregaron, a las puertas del Monasterio para recibir a Sus Majestades, entre gritos de `Viva España´y `Viva el Rey´, ondeando con ímpetu banderas de Cantabria y de España, y esperando que su viaje no hubiera sido en balde y pudieran saludar a los monarcas.
Pocos minutos antes de las 11 de la mañana los allí reunidos vieron aparecer una comitiva de coches, y era innegable que en uno de ellos los Reyes de España iban a hacer su aparición.
Y así fue, llegaron, fueron recibidos por las autoridades regionales y locales y antes de entrar al Monasterio no dudaron ni un minuto en acercarse al público para, muy calmadamente, regalar saludos y selfies a todos aquellos que así lo pidieron. Incluso Doña Letizia tuvo gestos de cariño y complicidad con un bebé, Candela de seis meses, a la que cogió en brazos, e hizo la protagonista indiscutible de sus carantoñas.
Tras entrar por la Puerta del Perdón, acompañados por todas las autoridades, los Reyes recorrieron el templo: primero la nave y de obligada parada la capilla en la que se encuentra el Lignum Crucis, el trozo más grande conocido de la Cruz de Cristo. Tras escuchar la bendición del Obispo y besar la reliquia, pudieron atender las explicaciones que repasan la historia de este vestigio, su viaje hasta llegar a la bella tierra de Liébana y la importancia de Beato.
Durante la hora que duró la vista, en el exterior, y sin importar el calor, las agrupaciones de danzas, de Tanos y Liébana, los vecinos, amigos y visitantes, seguían esperando expectantes su salida para poder volver a tener la oportunidad de acercarse y saludar.
El momento no se hizo esperar y Doña Letizia, saltándose el protocolo siguió repartiendo sonrisas y saludos. Incluso, se acercaron hasta el puesto de recuerdos, souvenirs, refrescos , y helados para saludar a los que atendían el mismo.
Tras esto, la isita, que para los que allí estaban fue fructífera y satisfactoria pero breve, finalizó y los Reyes dejaron Liébana con un buen sabor de boca para todos los que presenciaron su llegada y esperemos que para ellos mismos.