Tribus y legiones levantaron en la noche del sábado sus estandartes en Los Corrales de Buelna

Tribus y legiones levantaron en la noche del sábado sus estandartes en Los Corrales de Buelna y demostraron estar preparadas para el enfrentamiento entre el ejército conquistador de Roma y los pobladores cántabros en defensa de su tierra.

A partir del viernes 24 de agosto se recrearán, por duodécimo año consecutivo, las Guerras Cántabras en Los Corrales de Buelna, dos semanas plagadas de representaciones históricas dentro de una fiesta catalogada ya como de Interés Turístico Nacional. El Teatro Municipal reunió, en el primer acto oficial de las fiestas, a cerca de un centenar de personas encandiladas por centuriones, senadores y magistrados, portaestandartes, caudillos, druidas y sacerdotisas. Óscar del Val, presidente de la Asociación de Guerras Cántabras, hizo de anfitrión en un escenario compartido con el resto de la directiva de la Aguecan y la alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio Ruiz, quien pidió un último esfuerzo a todos para un feliz desarrollo de la próxima edición, que parte, dijo, con el apoyo incondicional del propio Ayuntamiento y del Gobierno regional. También acudió el director general de Turismo, Francisco Agudo. No faltaron alcaldes de los pueblos vecinos, y la mayoría de los miembros de la Corporación corraliega, además de representantes de todos los colectivos locales. Tras las presentaciones oficiales, tomaron el escenario las formaciones romanas y tribus cántabras y los principales personajes de la fiesta, Agripa, Cayo Antistio Vetus, Corocotta, Selenia, Drusila. Con ellos de fondo se dio lectura al pregón, a cargo de Yeyo Balbás, escritor de Pax Romana, novela ambientada en las Guerras Cántabras, y experto en documentación y grupos de recreación histórica, quien habló de su visión sobre la fiesta de Los Corrales de Buelna. También se entregó el premio a la pareja de ganadores del concurso de carteles, corraliegos, padre e hijo, José Antonio y Diego Barquín.

Al terminar el acto, todos coincidieron en el poco tiempo que queda para preparar el campamento, instalado este año junto a la entrada sur al municipio por la A-67, armamento y vestuario. Del 24 de agosto al 2 de septiembre se celebrarán unas fiestas que, como novedad, se citan con la solidaridad. Cinco parados trabajarán durante un mes en el montaje y desmontaje de escenarios y grandes estructuras gracias a la colaboración de la Asociación Guerras Cántabras y el Servicio Cántabro de Empleo.