Entre las dunas y las playas de Liencres
Aprovechando que muchos sois los que vais a participar este fin de semana en el Desafío Nuberus en la Playa de Canallave, os recomendamos acercaros al Parque Natural de las Dunas de Liencres.
Se trata de un paisaje espectacular en plena costa central de Cantabria, muy cerca de Santander. Destacan los campos de dunas de arena que ha producido en viento en esta zona y que ha alimentado el mar, y que representan el sistema dunar más extenso y mejor desarrollado del litoral cantábrico, incluso desde el punto de vista botánico.
Una excursión al Parque Natural de las Dunas de Liencres es una aventura todo el año. Con los primeros rayos de sol, entre pinos y arenas doradas, se pueden contemplar las acrobacias de los surfistas que disfrutan de unas de las mejores olas del Cantábrico.
Si nos adentramos en el sistema arenoso del Parque nos encontramos con diferentes tipos de dunas, que se dividen en función de la movilidad de los sedimientos que las forman. Las dunas primarias, se encuentran más cercanas a la playa y la movilidad de la arena es mayor, puesto que se encuentran más expuestas al viento. Estas dunas aumentan progresivamente de tamaño y conforman un ecosistema más vulnerable. Cuando la duna móvil es colonizada por la vegetación, comienza el desarrollo de dunas semifijas o secundarias, formadas a partir de la erosión de las dunas del nivel anterior. Se puede hablar de la formación de dunas terciarias o fijas cuando la vegetación de la duna alcanza un elevado grado de estabilidad. Las dunas fijas alcanzan cotas que llegan a los 40 m sobre el nivel del mar y en ellas la movilidad es inapreciable. En 1949 se llevó a cabo una repoblación de las dunas terciarias con pino marítimo (Pinus pinaster) con el fin de fijar las dunas y formar una barrera protectora del avance de los sedimentos. El componente más común de la arena es el sílice, pero además de éste cuentan con otros componentes de origen bioclástico, fragmentos de conchas de organismos que habitan en el estuario, que confieren a la arena el color dorado característico de las playas y campos dunares de Cantabria. Y tras una excursión entre dunas, una buena opción es gratificante paseo por la playa, y para ello tenemos Valdearenas y Canallave, entre ambas más de 3 kilómetros de arena fina y dorada, en un entorno salvaje y rodeado de la vegetación de las dunas.