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Disfruta el camino a su paso por Alfoz de Lloredo

En esta bellísima séptima etapa del Camino del Norte, entre Santillana del Mar y Comillas, el itinerario del peregrino discurre por el municipio de Alfoz de Lloredo. Este nombre procede del término árabe ‘alfoz’, utilizado desde el siglo XI para designar al territorio de una entidad local, mientras que Lloredo hace alusión a ‘laurel’, por lo que podríamos traducirlo como ‘el sitio de los laureles’, aunque lo que más abunda en la actualidad son los limones, gracias a su especial microclima y tierras ricas en óxido.

Se cree que por este mismo camino discurrió la Vía de Agripa, más tarde conocida como ‘Camino Real’ (al que aluden varios documentos medievales), y que tuvo continuidad como Camino del Norte.

Nuestro camino hasta Santo Toribio nos lleva desde la localidad de Arroyo, pasando por Oreña, (1 km), Caborredondo (2,1 Km) y San Martín de Cigüenza (2,1 km), para terminar en Cóbreces, donde encontramos tres albergues donde disfrutar de un bien merecido descanso: Albergue El PinoAlbergue Viejo Lucas y la Hospedería Monástica de Viaceli gestionada por monjes pertenecientes a la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia (monjes trapenses). Antes de Cóbreces también existe un albergue en el Barrio de Caborredondo, en Oreña: el Albergue de Peregrinos Izarra.

Empezamos el camino por Alfoz de Lloredo en Oreña. Aquí domina el paisaje verde con una costa abrupta y recortada donde el espectáculo natural es sobrecogedor. En sus acantilados abiertos al mar destacan Puerto Calderón, la ensenada de La Canaleja y La Cuevona, muy usadas para el baño y la pesca. Para llegar hasta esta zona de la costa debemos desviarnos de nuestro camino por una ruta de unos 5,2 Km que nos lleva poco más de una hora.

El Camino del Norte nos conduce a través de una zona despoblada, entre los barrios de Torriente, Caborredondo, Bárcena y Viallán, hasta un alto desde donde se puede observar prácticamente todo el pueblo, la Iglesia de San Pedro. Es un edificio de grandes proporciones, con una portada orientada al sur y una torre prismática con tejado a cuatro aguas y de cuatro alturas, rematada con bolas herrerianas.

Desde aquí continuamos el camino, en esta época en total soledad, pero sin pérdida gracias a la señalización que encontramos por todo el municipio.

El camino nos sigue sorprendiendo con pequeñas joyas arquitectónicas como la Iglesia de San Bartolomé, del siglo XI y con un entorno ideal para descansar y refrescarse en el pequeño arroyo, junto a los patos, situada en el barrio de Caborredondo, una vez pasados los barrios de Viallán y San Roque.

A lo largo de la antigua carretera cruzamos el barrio para llegar a la localidad de Cigüenza. Aquí destaca la monumental iglesia barroca de San Martín, uno de los edificios más relevantes de la arquitectura barroca y el más representativo del arte colonial en nuestra región.

Desde aquí podemos coger una ruta alternativa de unos 3,2 Km (que nos llevará unos 40 min) para visitar Novales, capital del municipio, tierra de zapateros, mineros y limones.

Seguimos nuestro camino hasta Cóbreces, donde destaca la iglesia de San Pedro Advíncula y la Abadía Cisterciense Regina Coeli. Justo al lado se encuentra la Plaza del Peregrino, de reciente construcción en homenaje a los numerosos peregrinos que cada año pasan por aquí.

 

Y el magnífico entorno natural de la Playa de Luaña marca el fin del camino en el bello municipio de Alfoz de Lloredo. Cruzamos un pequeño puente y nos adentramos ya por una pista arbolada que nos conducirá hasta nuestro siguiente destino, Ruiloba.

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