Buruaga anuncia la adjudicación del estudio informativo y de impacto ambiental de la carretera Reinosa-Potes
La presidenta destaca que es un paso más en el compromiso de ejecutar un proyecto que va a vertebrar y a dinamizar Campoo, Liébana y el valle del Nansa
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha anunciado la adjudicación del estudio informativo y de impacto ambiental de la carretera que unirá Reinosa con Potes, es decir, las comarcas de Campoo y de Liébana. La Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente ha adjudicado hoy el estudio a WSP Spain-Apia S.A.U, por un importe de casi 420.000 euros y un plazo de 14 meses.
Buruaga ha destacado que se trata de un paso más en el compromiso de ejecutar un proyecto “transformador” y “de gran envergadura” que, según ha dicho, va a servir para “vertebrar territorialmente, dinamizar económicamente y cohesionar socialmente Campoo, Liébana y el valle del Nansa”.
Un proyecto de “largo recorrido”, ha añadido, que ha echado andar con el actual Gobierno de Cantabria, 17 años después de los primeros estudios realizados, gracias al trabajo que está realizando la Consejería que dirige Roberto Media. En este sentido, ha señalado que se está cumpliendo la hoja de ruta marcada y que, en menos de dos meses desde que se produjo la licitación, a finales de octubre, ya se ha adjudicado el estudio informativo y de impacto ambiental, que estará concluido a principios de 2025.
La presidenta María José Sáenz de Buruaga ha relacionado esta carretera con otra gran actuación que ha retomado su Gobierno tras varios años de parálisis, como es el puente de Requejada, cuyo estudio informativo también ha sido adjudicado recientemente.
“Estos proyectos, de los que llevamos oyendo hablar en Cantabria durante tanto tiempo, ya no son solo palabras. Ahora ya hay hechos”, ha enfatizado.
El proyecto
La actuación prevé la construcción de un nuevo tramo de carretera desde la CA-183, en Brañavieja, hasta el punto kilométrico 20 de la CA-184, en Pesaguero, con dos carriles de 3,5 metros de ancho y arcenes de 1 metro. En total, la carretera tendrá una longitud de entre 14 y 20 kilómetros, en función de la alternativa escogida, y conllevará una inversión de entre 90 y 100 millones de euros, según los cálculos.
El estudio informativo y de impacto ambiental definirá todos los elementos necesarios para ejecutar para el nuevo tramo de carretera y también planteará todas las alternativas posibles, entre las que se escogerá la más adecuada.
A continuación, el estudio será sometido a información pública y, seguidamente, se remitirá al órgano ambiental para la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental, que es el paso previo para poder contratar la redacción del proyecto constructivo y la posterior licitación y adjudicación de las obras.