Parques Naturales Costeros
Con diferentes categorías y bajo figuras de protección, desde parques nacionales a reservas naturales y conjuntos geológicos de interés, Cantabria atesora un importante patrimonio natural, con muchos puntos a destacar a lo largo de su costa.
Espacios naturales protegidos
El Parque Natural de Oyambre se sitúa al Oeste y es un compendio de los paisajes tradicionales del litoral, con pequeños pueblos, prados dedicados a la ganadería, playas extensas, dunas y acantilados.
Por su parte, el de las Dunas de Liencres y Costa Quebrada está constituido por un delicado sistema dunar, el más extenso de la región, y un fenomenal conjunto geológico de formaciones rocosas que se extiende hasta más allá de las estribaciones del propio parque, alcanzando el Norte litoral de Santander.
Al sur de la Bahía de Santander que en su mayor parte es además Zona de Especial Protección de Aves, encontrarás otro espacio natural, el del macizo de Peña Cabarga, mirador natural desde el que podrás apreciar la vastedad del paisaje de Cantabria, colindante con el https://parquedecabarceno.com/.
El accidente geográfico más relevante de la costa oriental es el que forman la bahía de Laredo y Ría de Santoña, que dan lugar al Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, sistema de humedales que resulta clave como refugio y parada de aves en las rutas migratorias entre el norte de Europa y África.
Además de este catálogo de espacios protegidos, existe un buen número de enclaves de extrema belleza natural, que no por carecer de una figura de protección más específica tienen menos interés. Son ejemplo de ello el conjunto de Tinamenor y Tinamayor, en la desembocadura de los ríos Deva y Nansa, en las proximidades de Unquera; los acantilados de El Bolao, en Toñanes; los del Cabo de Ajo en Bareyo; o el macizo de Monte Candina y el Pico Cerredo, montañas rigurosas que se elevan desde el mismísimo mar Cantábrico abrazando la desembocadura del río Agüera, entre Liendo y Casto Urdiales.