Como viajar por el mundo sin salir de Cantabria

Somos conscientes que el título del post de hoy, así de primeras y sin mucha reflexión, puede sonar un tanto pretencioso. Pero lo cierto es que a un territorio de unos 5.300 kilómetros cuadrados, donde su naturaleza, playas, cultura, gastronomía o patrimonio entre otros, son alabados por muchos y se le llama infinita, por algo será ¿no creen?. Pues ésta, que os proponemos hoy, es una de las razones por lo que Cantabria es Infinita, y es que nuestra tierra nos permite viajar por el mundo sin salir de ella.

Para demostraros esta aseveración os anunciamos, nada más comenzar que en nuestra ruta de hoy sentirás que te adentras en un templo de la antigua Grecia, ves de cerca grandes animales africanos, surfeas olas hawaianas, te conviertes en Heidi en Los Alpes, paseas por un bosque californiano y disfrutas los acantilados de las famosas tierras del norte de Escocia. Todo esto sin salir del territorio regional. Aún no te lo crees ¿verdad? Acompáñanos por esta ruta y te lo demostraremos.

Nuestro recorrido comienza hablando de fauna. ¿Sabes que en Cantabria puedes ver animales de los cinco continentes en plenos Valles Pasiegos? Elefantes africanos, jaguares del continente americano, tigres de bengala asiático, osos pardo europeos y wallabys de Oceanía son solo un ejemplo de todo lo que el https://parquedecabarceno.com/ puede ofrecerte. 120 especies de animales de los cinco continentes viviendo en semilibertad y que te hará dar una vuelta al globo terráqueo a través de su fauna.

Una vez recorrida la fauna del mundo os animamos a visitar la antigua Grecia en Las Fraguas de Besaya. No os prometemos que la sensación de llegar a la acrópolis griega y la Iglesia de San Jorge en Las Fraguas, sea lo mismo, pero estamos seguros que te impresionará aún más si cabe, ya que lo último que se espera alguien cuando visita esta comarca de Besaya es encontrarse un templo griego. Recuerda en tu visita a la Iglesia de San Jorge que justo enfrente tienes la Finca donde se rodó Los Otros, el Palacio de los Hornillos.

Volvemos a la costa para encontrar las mejores olas. Practicar surf en Hawaii es el sueño de cualquier surfero. Hawaii es la Meca del Surf y el lugar a donde los amantes de este deporte de todo el mundo viajan cada año a disfrutar de olas perfectas. Pero lo cierto es que nosotros tenemos nuestro pequeño Hawaii en el cantábrico, y se llama Ribamontán al Mar. Este territorio declarado primera reserva del surf de España, incluye localidades y playas como Somo, Loredo, Langre o Galizano.

Los primeros surfistas, neoprenos, las primeras tablas, tiendas de surf, la primera escuela de surf, nacieron aquí, en Ribamontán al Mar, y por ese motivo existe una fuerte tradición y cultura surfística, que se ha consolidó en estos últimos años, con el reconocimiento de Ribamontán al Mar, como primera reserva del surf en España. Y es que aquí puedes surfear cuando quieras ya que tenemos olas de gran calidad durante todo el año y una temperatura media del agua de 17ºC. El ambiente surfero está por todas partes, y como en Hawai, es una de las actividades favoritas de los locales, quienes tienen una relación muy especial con el mar, y un atractivo para sus visitantes que vienen de todo el mundo a disfrutar de sus magníficas olas.

Seguimos en la costa, pero nos centramos ahora en nuestros acantilados. En todo el mundo son conocidos los Highlands, las tierras altas de Escocia. Especialmente esas zonas verdes con acantilados agrestes y espectaculares que comparten múltiples semejanzas con nuestros famosos acantilados regionales. El Bolao, entre los municipios de Cobreces y Toñanes, en la Costa Central cántabra, te permite disfrutar el paisaje sinuoso, las ruinas de un viejo molino, una cascada de más de seis metros y un banco con las mejores vistas del mundo. En esta costa encontrarás un banco desde el que puedes observar las cascadas que llegan al mar por estos acantilados y te sentirás como en las tierras altas de Escocia.

Abandonamos la costa y nos vamos al interior a un bosque, en el que te sentirás como el parque nacional de las Secuoyas de California: Las secuoyas del Monte Cabezón. Un lugar único en Europa ya que esta especie no se da en estas zonas. El parque americano incluye su famoso bosque de secuoyas gigantes, con el famoso General Sherman, el árbol más grande en volumen del mundo con 84 m de alto y 11 m de diámetro.

En la versión cántabra, recorrer las Secuoyas del Monte Cabezón, Espacio Natural Protegido, declarado Monumento Natural, es disfrutar de 2,5 hectáreas, 848 ejemplares de esta especie, con una altura media de 36 metros y un perímetro medio de 1,6 metros. Su ruta y las fotos espectaculares en su interior, con sus gigantes ejemplares rodeándote, harán que puedas decir en tus redes sociales eso de ¿California o Cantabria?.

Llegamos a la última parada de esta ruta, nos vamos a la montaña lebaniega. ¿Quién, de más de 30 años, no recuerda a Heidi, Pedro y Clara? Heidi es una pequeña niña que vive en los Alpes suizos cercanos a la frontera con Austria. Esa serie marcó la infancia de varias generaciones y trasladó la magestuosidad y belleza de los Alpes a todos y cada uno de los hogares que la disfrutaban. 

Pues bien, en Cantabria tenemos un lugar a más de 2000 metros de altura, en el que te sentirás como Heide en los Alpes, el Parque Nacional de los Picos de Europa. Lugares como Peña Vieja (2.613 m), Peña Prieta (2.536 m), Peña Remoña (2.240 m), Tres Mares (2.222 m) o Peña Labra (2.018 m), podrían ser el escenario de la serie perfectamente. No en vano hace un par de ellas se hizo una nueva versión de Heidi en formato película y se grabó aquí, en nuestra comarca lebaniega.

¿Qué te parece este recorrido que te hemos propuesto? ¿Ahora ya crees que se puede viajar por el mundo sin salir de Cantabria? ¿Conoces algún otro lugar del globo que puedas encontrar en nuestra región? Ven a descubrir todos estos rincones y muchos más este otoño, y cuéntanos tu experiencia en nuestras redes sociales en Facebook, Twitter e Instagram con el #ComparteCantabria.

Ven a disfrutar el mundo en Cantabria, + x descubrir.