4 rincones imprescindibles tras tu visita a Altamira
La pasada semana os contamos nuestra participación en el sorteo que, cada viernes, Altamira realiza entre sus visitantes para entrar en la cueva original, pero como os contamos, la suerte no nos acompañó. Y como lo prometido es deuda, hemos elaborado una lista de cosas que podéis hacer si no os toca el sorteo.
Santillana del Mar. A tan solo dos kilómetros de Altamira nos encontramos con esta magnífica villa, cita imprescindible en tu visita a Cantabria. Pasear por sus empedradas calles es un placer para los sentidos, donde disfrutarás de su arquitectura, te adentrarás en alguno de los múltiples talleres artesanos que inundan sus calles, o degustarás su sabrosa, y famosa leche con bizcochos.
Uno de los puntos de neurálgicos de la villa es la Colegiata de Santa Juliana, lugar donde turistas y visitantes disfrutan visitando este antiguo convento del siglo XII y su magnífico claustro.
Pero Santillana es mucho más, y solamente en tu tranquilo y relajado paseo por la villa, serás capaz de descubrirlo.
El Remedio. Siguiendo nuestra ruta por la costa occidental cántabra, y dado que llega la hora de la comida nos adentramos en un paraje increíble, junto a una encantadora ermita escondida frente al mar: El Remedio.
Está ubicada en una colina, muy cerca de la costa, desde donde se puede disfrutar de una panorámica del cantábrico de belleza incalculable.
Junto a la ermita y sobre la costa acantilada, puedes hacer un picnic disfrutando de las vistas o comer en el restaurante situado junto a la ermita, que lleva su mismo nombre y donde disfrutarás de los mejores productos de la gastronomía regional.
Comillas. Una vez hemos repuesto fuerzas, que mejor que un paseo por la llamada Villa de los Arzobispos. Comillas, además de ser uno de los lugares de veraneo por excelencia de la costa cantábrica, gracias a sus playas y su entorno natural, con el Parque de Oyambre como mayor exponente, es el lugar perfecto para perderte por sus calles.
El paseo por esta villa costera te descubrirá un Capricho que Gaudí diseñó para la villa y un palacio, el de Sobrellano, encargo del primer Marqués de Comillas.
Frente al Palacio, emerge en lo alto la imponente Universidad Pontifica, cuyo edificio y entorno no te puedes perder.
Bosque de las Secuoyas. Ya se acaba la jornada, y en breve caerá la tarde, pero no queremos abandonar esta lista sin incluir un lugar mágico, que se sitúa en el camino que va desde Comillas hasta Cabezón de la Sal, el bosque de las Secuoyas del Monte Cabezón.
Este espacio natural protegido, tiene más de 800 ejemplares de sequoias, una especie poco habitual en España, cuya historia comienza en los años 40, época en la que la industria maderera de la zona, plantó los primeros ejemplares para su posterior explotación. El resultado es un tupido bosque de secuoyas de gran altura, y una senda que nos permite dar un agradable paseo en todas las épocas del año.
Cultura, arquitectura, gastronomía y naturaleza, han sido las opciones cercanas a Altamira que hemos visitado en esta ocasión. ¿Se te ocurren otros rincones? Si es así, compártelos con nosotros en nuestros canales oficiales (Facebook, twitter).
Nos vemos en Cantabria Infinita.